En el 35 aniversario de la reconstrucción del Pabellón Alemán de Barcelona, la Fundació Mies van der Rohe presenta la publicación "La expresión del peso" de Luis Martínez Santa-María, un libro que desgrana su propia obra "I don’t want to change the world. I only want to express it" y reúne varios ejemplos que muestran como la arquitectura y el arte poseen maneras maravillosas de tergiversar de manera poética la implacable realidad del peso que cae sobre ellos.
El libro nace a raíz de la intervención que su autor realizó junto con Roger Sauquet en el Pabellón Mies van der Rohe (con motivo del 30 aniversario de su reconstrucción en 2016). Su propuesta "I don’t want to change the world. I only want to express it" fue seleccionada a través del Concurso Internacional Columnas Cristalizadas, una convocatoria que invitaba a los arquitectos a recrear de manera temporal y alternativa las columnas preexistentes en el Pabellón original (las antiguas columnas jónicas de Puig i Cadafalch, que presidieron el Pabellón el año 1929 durante la Exposición Internacional).
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Las intervenciones que tienen lugar en el Pabellón Mies van der Rohe se conciben como instalaciones o exposiciones ligeras y de corta duración. La propuesta de Luis Martínez Santa-María, inaugurada el 1 de junio y desmontada a principios de octubre de 2016, constaba de ocho columnas de bidones que sintetizaban la estética del componente vertical de las columnas preexistentes, en contraste con la horizontalidad del Pabellón, reflejando la conciencia sobre la reutilización de los recursos y expresando la provisionalidad de unas columnas que desaparecieron frente a un pabellón que resurgió.
Los bidones estaban ligeramente separados del suelo, como apoyándose en su propia sombra, un homenaje al cuidado con el que Mies van der Rohe y Lilly Reich resolvieron en el Pabellón el papel de los soportes y a su manera de hacer que el peso se manifestará de tal forma que los pilares se convirtieran en elementos singulares y dejaran de verse como estructurales.
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La expresión del peso es una cuestión que está muy unida a la arquitectura. La arquitectura surge para sostener un peso. Seguramente es el momento más arduo para la arquitectura, no tanto construir una superficie horizontal o levantar un muro, sino una carga que viene desde arriba y en ese momento se encuentra con la fatalidad de las cargas, con la fatalidad del peso. Ahí es donde la arquitectura reacciona, y lo que demuestra, a lo largo de la historia es cuántas maneras distintas tiene la arquitectura de, alguna forma tergivesar el camino del peso. -- Luis Martínez Santa-María
En el prólogo de “La expresión del peso” Fritz Neumeyer expresa […] En la arquitectura moderna, la columna como arquetipo de la ornamentación histórica se ha convertido en un tabú. Entre otras cosas, el hecho de que Mies excluyera deliberadamente las ocho columnas jónicas de las fotografías oficiales del pabellón puede tener algo que ver con esto. Por otra parte, Mies probablemente eligió este solar precisamente por la presencia espacial de la fila de columnas, con la que el pabellón horizontal resaltaba de manera clara. El hecho de que en 2016 se convocara un concurso para la reinterpretación temporal de las ocho columnas jónicas en su antigua ubicación, bajo el significativo título de “Columnas Cristalizadas” (Fear of Columns), es una alusión acertada a ese tabú de la modernidad. Luis Martínez Santa-María ganó el concurso y, mediante la colocación de bidones antiguos apilados, dio un nuevo rostro a esa parte de la historia y enriqueció con inteligencia la reconstrucción de este edificio centenario.
Mies sacó a la luz la banal viga de acero, que existía en secreto como un elemento ligeramente oxidado trabajando en el interior de la construcción del edificio, y la ennobleció como elemento visible de un orden arquitectónico genuino, resucitando así la clásica pilastra en una forma moderna. ¿No hay también una alusión a este trasfondo de la lógica miesiana al tratar un producto industrial metálico con viejos y oxidados bidones vacíos apilados unos encima de otros a modo de tambores para dar forma a la dignidad arquitectónica de la columna? Ahora estos tambores prueban la posición vertical como un experimento técnico y estético al mismo tiempo. Y en cuanto a la expresión del peso, ¿no están estos tambores también vinculados a determinadas ideas relacionadas con la fluidez? Probablemente los bidones flotan en el agua aunque estén llenos, así que mucho más aún si están vacíos. Como era de esperar, cuando se apilan en tierra para formar una columna, no reflejan las formas jónicas de ninguna manera. Sin embargo, si se concede crédito a esa flotabilidad, desarrollarán su oculto carácter jónico.
- Puedes ver la presentación completa del libro en el canal de YouTube de la Fundació Mies van der Rohe